Llevar a los gatos a la veterinaria es una tarea que a veces puede resultar complicada, sobre todo al intentar que accedan a entrar a su transportadora para realizar el traslado de manera segura. Ellos son muy perceptivos y el cambiar su rutina pueden llegar a afectarlos y angustiarlos provocando estrés cada vez que se presenta esta situación.
Utilizar una transportadora que sea rígida y desmontable y que siempre esté al alcance de nuestras mascotas puede ayudar a que el gato se acostumbre y familiarice a verlo y permita su utilización con más facilidad.
Premiar a tu gato cada vez que utilice la transportadora puede ayudarte a la próxima vez que debas usarlo ya que nuestra mascota lo asociará con algo estimulante y positivo. Su comida para gatos puede ayudarte.
Otro punto que puede favorecer a que el gato no sufra estrés en el traslado es cubrirlo durante el trayecto con algo que le impida ver al exterior así no se atemoriza y pueda mantener la calma.
Dentro de la transportadora, es bueno colocar un cojín o manta para que el gato se sienta a gusto durante el traslado al veterinario, y agregar su juguete u objeto favorito también puede ayudar en esta tarea.
El viaje en coche u otro transporte puede alterar la calma de los gatos, por lo que hay que ir acostumbrándolo poco a poco. Es conveniente empezar con viajes más cortos así puede ir conociendo el movimiento del vehículo y los ruidos del motor y del exterior. Los gatos son muy sensibles a nuevos olores y ruidos que pueden elevar su nivel de estrés, por lo que es necesario ir de a poco acostumbrando paulatinamente a estos cambios.
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