La sarna, también llamada roña, es una enfermedad de la piel que produce mucho malestar a los perros. El inicio de la sarna en perros puede ser sutil, pero si no se trata a tiempo, puede derivar en complicaciones más graves.
Esta enfermedad es causada por parásitos, específicamente los ácaros Sarcoptes scabiei y los Demodex canis. La sarna sarcóptica es muy contagiosa entre perros y se caracteriza por causar una intensa picazón, erupciones y, en casos severos, puede llevar a infecciones secundarias. Por otro lado, la sarna demodécica, aunque sea menos contagiosa, puede ser más difícil de tratar y puede producir problemas del sistema inmunológico. Ambos tipos requieren atención veterinaria para un manejo adecuado.
Cualquiera sea la causa, una vez que estos parásitos se asientan en la piel de tu mascota, producen irritación, picazón y perdida de pelo, afectando seriamente la calidad de vida del perro. Por eso, continúa leyendo para saber qué hacer si tu perro padece sarna.
Poder identificar si tu perro tiene sarna es fundamental para actuar a tiempo. Los síntomas más comunes incluyen:
Si observas alguno de estos síntomas, consulta a un veterinario para un diagnóstico adecuado lo antes posible.
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La sarna es un riesgo tanto para el perro enfermo, como para otros perros y los humanos. La sarna sarcóptica es muy contagiosa y puede transmitirse fácilmente entre perros que están en contacto directo o a través de superficies contaminadas, como camas, juguetes o incluso el entorno donde juega el perro. Distinto es el caso de la sarna demodécica que no es contagiosa, pero sí puede ser un indicativo de que el perro tiene un sistema inmunológico debilitado.
Y si estás preocupado acerca de la posibilidad de contagiarte tú también, debes saber que sí, la sarna puede pasar a los humanos aunque no es tan común y los síntomas sueles ser leves. Aún así, debes procurar medidas de higiene adicionales si tu perro está enfermo, por ejemplo: no compartas la cama con él (o ella si tu mascota es una perra), no permitas que se frote la piel en cualquier sitio y lava los elementos que utilice con regularidad, por nombrar sólo algunas.
Por lo tanto, es crucial tratar la sarna no solo para aliviar el sufrimiento del animal, sino también para prevenir la propagación a otros perros y evitar complicaciones adicionales.
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Tratar la sarna no es un asunto menor que se pueda resolver sin consultar a un veterinario. Asimismo, existen diferentes tratamientos que variarán dependiendo del tipo de infección y su gravedad. Entre los medicamentos más comunes, se encuentran:
La alimentación juega un papel fundamental en la recuperación de un perro afectado por sarna. Por eso, procura brindarle siempre un alimento balanceado y rico en nutrientes puede fortalecer su sistema inmunológico, ayudando a combatir la infección y a sanar la piel y su pelaje. En algunos casos, tu veterinario podría sugerirte darle a tu mascota suplementos nutricionales que favorezcan la salud dérmica y el bienestar general.
Un seguimiento veterinario es esencial para monitorear la recuperación y ajustar el tratamiento según sea necesario. La detección temprana y el tratamiento adecuado son clave para asegurar que tu perro se recupere de manera efectiva de la sarna.
Este artículo tiene una finalidad informativa y no debe interpretarse como asesoramiento para el cuidado de tu mascota. Ante cualquier duda acerca de la salud de tu mascota, lo mejor es consultar a un veterinario calificado.
