Los gatos comienzan a lamerse su pelaje cuando tienen entre 2 y 4 semanas de vida. Los gatos adultos pueden pasar hasta la mitad del tiempo de su día acomodando y lamiendo su pelo.
Muchos creen que como los gatos pasan tanto tiempo cuidando de sí mismos y lamiendo su pelo no necesitan de ningún baño, pero esto no es cierto. Otro de los mitos que circulan alrededor de los gatitos es que odian el agua y es por eso que no deben bañarse, esto tampoco es real. Si a los gatos los acostumbramos de pequeños al aseo y baño, luego no serán para nada estresantes y por el contrario algo de su rutina habitual y normal para ellos.
La frecuencia en la que requerirán sus baños dependerá de su edad y de sus necesidades. Por ejemplo, los gatos más pequeños que aún están aprendiendo a lamerse y usar su lengua, acumulan más suciedad que los gatos adultos.
Una vez que tu mascota cumple el año puedes pensar en bañarlo cada 3 o 4 meses. Si tu gato tiene pelo muy corto y siempre se encuentra en casa seguramente necesitará baños y aseos con menor frecuencia que aquellos gatos que suelen estar mucho tiempo al aire libre y tienen pelos más largos.
Alimentos para gatos de calidad, tiempo para la actividad física, controles en el veterinario periódicos, baños y aseos frecuentes, mimos y demostraciones de afecto, son algunas de las cosas que tu mascota necesita para crecer fuerte y sano.
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