Cuando tu gato pasa tiempo en exteriores, es probable que esté expuesto a factores como el frío, los golpes de calor, el polvo y las picaduras de insectos como hormigas, abejas o avispas. A esto, le sumamos que los gatos son animales curiosos por naturaleza y son bastante temerarios, entonces, no te sorprendas si te encuentras buscando atención veterinaria con frecuencia.
En el caso de las picaduras de abeja en gatos, éstas se dan con mayor probabilidad durante los meses del verano que es cuando las abejas están más activas. Si a tu gato lo picó una abeja, es probable que haya querido jugar con ella o se haya acercado demasiado a una colmena.
Una picadura de abeja en gatos no siempre es una emergencia grave y la mayoría de las veces las reacciones son leves, pero de todas formas es necesario prestar atención porque podría derivar en algo que ponga en riesgo la salud general de tu gato. Por eso, es crucial que los propietarios de gatos conozcan los signos de una picadura de abeja y cómo actuar en caso de que esto ocurra.
La respuesta de tu mascota a una picadura de abeja o de avispa depende de diversos factores, como el lugar de la picadura, la sensibilidad del gato y la cantidad de veneno inyectado. Conoce a continuación cómo detectar el problema, manejar la situación y prevenir complicaciones en tu mascota.
El primer paso es saber detectar si realmente se trata de una picadura de abeja o no. Esto es de vital importancia porque ayudará a aplicar el tratamiento adecuado. Una zona notoriamente inflamada podría ser producto de una picadura de abeja, pero también de una infección cutánea, por eso es tan importante analizar toda la situación.
Identificar una picadura de abeja en un gato puede ser un desafío, ya que los signos pueden variar y no siempre son evidentes de inmediato. La picadura es una fuente de dolor localizada, y esto muchas veces ayuda con el diagnóstico. Es común que las abejas piquen a los gatos en sus bocas o sus patas. Pero tampoco descartes la posibilidad de que tu gato se haya tragado la abeja. En definitiva, busca evidencia de los siguientes síntomas para tener una mejor idea:
Esos son algunos de los síntomas comunes que un gato puede experimentar tras ser picado por una abeja, pero no son los únicos, por lo que no sólo deberás prestar atención a los síntomas sino también al entorno en donde se mueve el gato.
Te puede interesar: Cómo desinfectar a un gato que cazó un ratón
En la mayoría de los casos, una picadura de abeja no es mortal. Pero en ciertas circunstancias puede llevar a complicaciones graves y es allí donde la atención veterinaria puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte de tu mascota. Aquí algunos ejemplos de cómo podría evolucionar negativamente el cuadro:
¿Cómo saber si estás frente a una de estas situaciones? Tendrás que prestar atención a los siguientes síntomas: encías muy pálidas, lengua azulada, fiebre, letargo, inestabilidad, dificultad para respirar, diarrea y/o vómitos.
Te puede interesar: Remedios Naturales contra las Garrapatas
En todos los casos, el tratamiento debe comenzar ni bien te des cuenta de que tu gato ha sido picado por una abeja o una avispa. Ante la confirmación de una picadura, tendrás que seguir los pasos detallados a continuación, excepto que la picadura haya sido dentro de la boca o en la garganta. En este último caso deberías ir casi con urgencia a ver a un veterinario.
Recuerda que, aunque algunos tratamientos pueden ser administrados en casa, siempre es una buena idea consultar con un veterinario para asegurarte de que tu gato reciba el cuidado adecuado.
Este artículo tiene una finalidad informativa y no debe interpretarse como asesoramiento para el cuidado de tu mascota. Ante cualquier duda acerca de la salud de tu mascota, lo mejor es consultar a un veterinario calificado.