Entre las cirugías que más comúnmente se le hacen a las mascotas están las de castración y esterilización. Éstas no solo ayudan a controlar la reproducción de las mascotas, sino que también contribuyen a su salud a largo plazo.
Si tu perra ha pasado o está a punto de pasar por una de estas cirugías, conoce aquí cuáles son los cuidados que debes tener una vez que tu mascota vuelva a tu casa. Tu vigilancia y buen criterio serán fundamentales para su pronta recuperación y así volver a su vida normal. Si quieres evitar complicaciones, continúa leyendo para saber qué esperar de la cirugía, cómo cuidar a tu perra durante el postoperatorio y a qué signos de alerta deberías prestar atención.
La castración y la esterilización son términos que a menudo se utilizan indistintamente, pero existen diferencias. La castración comprende la extracción de los ovarios y, a veces, del útero de las hembras. Mientras que la esterilización es un término más general que puede incluir a cualquier método que prevenga la reproducción, aunque generalmente se asocia principalmente con la castración.
Luego de una cirugía de castración, es normal que tu perra experimente efectos secundarios como somnolencia, falta de apetito y un poco de malestar. Pero despreocúpate porque son síntomas temporales que deberían irse a medida que avanza la recuperación. Sobre este último punto hay que aclarar que cada animal es diferente y no todos tendrán el mismo ritmo de recuperación.
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Esta etapa es crucial para una recuperación adecuada de tu perra. Debes ante todo procurar mantenerla tranquila, evitando que salte o corra. Lo mejor es mantenerla en un ambiente tranquilo y seguro. La temperatura debería estar controlada para que tu perra se sienta confortable ya que es probable que los efectos tardíos de la anestesia le hagan sentir frío o calor exagerados. En cuanto a la alimentación, procura que sea liviana y mantenerla hidratada en todo momento. No te preocupes si te rechaza la comida, es normal.
La prioridad en este período es cuidar la herida. Revisa el área de la cirugía diariamente y busca signos de enrojecimiento, hinchazón o secreciones. Para evitarlos, lo mejor es que tu perra se mantenga alejada de otros animales, que no realice actividades que exijan gran esfuerzo físico y que su entorno esté limpio en todo momento. Además, si presenta puntos de sutura, procura seguir las instrucciones del veterinario.
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En general, y si la recuperación fluye de acuerdo a lo esperado, los puntos deberían retirarse entre el décimo y el decimocuarto día después de la cirugía. Esto puede variar dependiendo del tipo de sutura utilizada y de la recuperación individual de la perra. También existe la posibilidad de que el veterinario haya decidido aplicar puntos absorbibles, que no son necesarios retirar porque se absorben o se caen solos pasados unos cuantos días.
Por ningún motivo intentes retirar los puntos tú mismo en tu casa porque esto podría provocar dolor innecesario, infecciones y otras complicaciones.
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Estar atento a la recuperación de tu perra puede marcar toda la diferencia en su salud. Entonces, procura vigilar estos signos de alerta:
Recuerda que cada perra es diferente, y aunque algunos síntomas son normales, otros pueden indicar problemas que requieren atención veterinaria inmediata. Ante cualquier duda sobre el proceso de recuperación de tu perra, confía y consulta a tu veterinario.
Este artículo tiene una finalidad informativa y no debe interpretarse como asesoramiento para el cuidado de tu mascota. Ante cualquier duda acerca de la salud de tu mascota, lo mejor es consultar a un veterinario calificado.