Los gatitos recién nacidos son susceptibles a un largo listado de amenazas, especialmente durante sus primeras semanas de vida. Por eso, es fundamental garantizar que reciban los cuidados adecuados para su desarrollo.
A continuación veremos cuáles son las situaciones en las cuales un gato recién nacido podría estar en peligro y qué puedes hacer tú para protegerlo.
Este es sin duda uno de los puntos clave en el cuidado de cualquier mascota, y más aún si hablamos de gatos recién nacidos. En sus primeros días de vida, deben alimentarse exclusivamente de leche materna. Sin la misma, no podrán desarrollar correctamente su sistema inmunológico y así hacerle frente a enfermedades.
En muchos casos, la madre no puede estar presente para amamantar a los gatitos, entonces es necesario proporcionar leche de fórmula para gatitos, ya que la leche de vaca no es adecuada para su digestión y puede causar problemas intestinales.
Cuando el gato bebé alcanza los dos meses de edad, puede comenzar a comer alimentos sólidos ligeros. Y a medida que el cachorro de gato crece, se le puede ofrecer comida húmeda o alimento balanceado para gatos cachorros.
Es importante destacar que el metabolismo de los gatitos recién nacidos es muy rápido, entonces deben ser alimentados con frecuencia, varias veces al día, a demanda.
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Un gato recién nacido tiene dificultades para regular su temperatura corporal rápidamente, por lo tanto, es vital ocuparse de mantener el entorno del gato a una temperatura constante y cálida. El lugar ideal sería una caja o una cama cómoda, con mantas suaves, donde el gato bebé pueda sentirse seguro y cálido.
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En la naturaleza, los gatitos recién nacidos son lamidos por sus madres con el fin de que ellos puedan orinar y defecar ya que no tienen la capacidad para regular estos procesos por sí mismos.
Si el gato bebé que tienes a cargo está huérfano, puedes ayudarlo frotando suavemente con un algodón húmedo o un paño tibio la zona genital y anal después de cada alimentación. Hacer esto hasta que el gato cachorro tenga entre tres y cuatro semanas de edad o hasta que pueda evacuar por sí mismo. Hay que tener cuidado para evitar lesiones.
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Otro de los cuidados esenciales para gatitos recién nacidos es la exposición temprana, regular y moderada al sol. Los gatos cachorros deberían recibir luz solar todos los días, aunque no sea directamente (para evitar el sobrecalentamiento). Esto hará que se sintetice la vitamina D, que es indispensable para la salud ósea y el correcto desarrollo del sistema inmunológico.
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La protección no estaría completa si no se respeta el calendario de vacunación para gatos. Al nacer, los gatos no están completamente inmunizados y necesitan las vacunas para evitar enfermedades graves.
La primera vacuna generalmente se administra cuando el gato bebé tiene entre 6 y 8 semanas de edad, y esto debe ser seguido de una serie de refuerzos. Las vacunas más comunes suelen ser las siguientes:
Un gato de 2 meses debería haber recibido al menos su primera serie de vacunas. Pero para estar seguros, lo mejor es siempre consultar a un veterinario regularmente.
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Si bien los gatos recién nacidos pasan la mayor parte del tiempo durmiendo, es fundamental ir incrementando la cantidad de movimiento a medida que crecen. Esto les permite desarrollar su fuerza y habilidades motoras.
A partir de la tercera semana de edad, los gatitos deberían comenzar a jugar con sus hermanos o con objetos pequeños como pelotitas suaves.
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Cuando un gato recién nacido llega a una casa con otras mascotas, es importante introducirlo de manera gradual y controlada. Especialmente para evitar enfermedades.
La socialización puede comenzar una vez que el gatito reciba sus primeras vacunas. Además, se debe tener cuidado porque la presencia de un nuevo integrante a la familia puede despertar celos en otros gatos o perros que ya habitaban ese espacio. Al menos hasta que haya una normalización de la situación, debería haber alguien presente que cuide al pequeño gatito.
Este artículo tiene una finalidad informativa y no debe interpretarse como asesoramiento para el cuidado de tu mascota. Ante cualquier duda acerca de la salud de tu mascota, lo mejor es consultar a un veterinario calificado.
