Los gatos son conocidos por su independencia y personalidades únicas, y esto puede llegar a un extremo a la hora de alimentarse. Es común que un felino rechace su comida, exigiendo variedad o mostrando poco interés en el plato. Esta conducta, aunque frustrante, tiene explicaciones y soluciones.
A lo mejor piensas que su comportamiento necesita un cambio en el alimento para gatos, pero se debe a una conducta aprendida y no innata que debe ser modificada de a poco. Seguramente tu gato está bien alimentado con su comida para gatos y se muestra feliz en otros momentos del día.
Los gatos son animales de costumbre, y cualquier cambio en su rutina, puede generar rechazo. Además, su sentido del olfato es extremadamente desarrollado y esto influye mucho en su apetito. Factores como la textura, la temperatura y el olor de la comida son determinantes para que un gato la acepte.
Algunos gatos son especialmente sensibles a ciertos ingredientes o sabores y estos les provocan aversión, lo que dificulta la hora de la comida. También, problemas de salud bucal o digestiva pueden disminuir el apetito.
También puede pasar que si tu mascota no ingiere toda la comida de su plato durante el día, esté consiguiendo alimentos por otro lado, así que debes tener cuidado con los alimentos que hay en la casa y estén a su alcance. O tal vez, estés premiando con muchas golosinas a tu compañero.
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Puedes probar algunas técnicas para acostumbrar a tu gato a una rutina a la hora de comer. Por ejemplo, pon su comida de gatos en el comedero y déjala una media hora, luego de ese tiempo, si no ha ingerido nada o pocas cantidades, se lo quitas. Este proceso lo repites durante algunos días.
Verás que luego de uno o dos días tu felino comenzará a maullar para pedirte que le des alimentos o golosinas fuera de ese horario de comida. No debes ceder ante estos pedidos así cuando sea hora de comer y pongas su plato de comida lograrás que ingiera el alimento para gatos de su comedero.
Si bien es importante ofrecer una dieta equilibrada, puedes variar ocasionalmente la textura, la temperatura o el sabor del alimento para estimular el apetito de tu gato. Asegúrate de hacer los cambios gradualmente para evitar problemas digestivos. Además, procura no ofrecerle alimentos tóxicos para gatos como lo son varias de las comidas humanas.
Por último, no fuerces a tu gato a comer. Observa sus preferencias y aversiones para adaptar su dieta.
Este artículo tiene una finalidad informativa y no debe interpretarse como asesoramiento para el cuidado de tu mascota. Ante cualquier duda acerca de la salud de tu mascota, lo mejor es consultar a un veterinario calificado.
